Microfrecuencias FSM según la doctora Carolyn McMakin y Frecuencias según Nuno Nina
FSM son microfrecuencias que ayudan al tejido corporal afectado por dolores, fibrosis, calcificaciones, virus…
La fuerza de la corriente no supera la de la célula humana y ésta es la razón por la que no se sienten las frecuencias durante la aplicación de la terapia. Llevan 1.000 veces menos amperios que los aparatos Tens utilizados en las terapias contra el dolor.
internacionalmente reconocido
Las Frecuencias FSM surgen en América en el entorno de la osteopatía hace unos 100 años y desde entonces se utilizan para tratar dolores y problemas viscerales. El naturista y osteópata Harry Van Gelder, trabajó con ellas y con mucho éxito durante los años 40 del siglo pasado. Actualmente es la doctora estadounidense Carolyn McMakin quien promueve e investiga FSM
Desde 1995 las FSM son un método internacionalmente reconocido por sus efectos benéficos en dolores y funcionamiento celular. A lo largo de las últimas décadas se han investigado los efectos de las frecuencias a nivel corporal.
FSM aplicado con 10-500 microamperios en menos de 4 minutos aumenta:
- El ATP (energía celular) 500 veces.
- La síntesis de proteínas un 70%.
- El transporte de aminoácidos un 40%.
- Las FSM aplicadas durante 20 días aumentan la circulación sanguínea un 39%, el colágeno un 14%, la elastina un 48%.
- 4 minutos de aplicación de FSM reduce hasta un 62% los mediadores de inflamación, como por ejemplo, las interleucinas, cox y lox en la sangre.
Frecuencias según Nuno Nina
para mejorar el terreno biológico
Nuno Nina es especialista en medicina integrativa. Su especialidad es bioquímica, matemática e ingeniero de sistemas.
Durante más de 15 años cuidó a más de 42.000 pacientes y desarrolló junto con Timewaver el módulo para la aplicación de frecuencias, con el objetivo de mejorar el metabolismo intercelular y el intercambio con el espacio extracelular.
El efecto de las microcorrientes
El efecto de las frecuencias se explica por resonancia. Al aplicar la frecuencia, el tejido tratado entra en resonancia con la frecuencia aplicada.
Si la frecuencia es la adecuada y el cuerpo está bien hidratado, la respuesta corporal es una resonancia a la frecuencia aplicada y en consecuencia:
- Mejora las condiciones de la membrana celular
- El terreno biológico cambia y con él, las condiciones del tejido.
- La inflamación y sensación de dolor desaparece mejorando el tejido.
La aplicación de microfrecuencias no implica ningún riesgo. Las frecuencias funcionan como la llave en una cerradura, entra o no. Si están bien indicadas, poco a poco llevan a un cambio corporal y si no lo están, simplemente no tienen ningún efecto.
El conductor de las frecuencias es el agua. Se colocan trapos húmedos para aplicar las frecuencias, o bien se aplican con electrodos en las manos. El cuerpo necesita estar bien hidratado para poder conducir las frecuencias y mejorar su estado físico, de lo contrario no se consigue ninguna respuesta.
Estas aplicaciones no se ajustan a las pruebas científicas realizadas en la medicina oficial, por lo que no están reconocidas.
