ACUPUNTURA JAPONESA

La terapia más conocida de la medicina natural oriental es la acupuntura.

Este método terapéutico se hizo muy famoso en occidente por su uso como anestesia durante las operaciones. En Oriente la acupuntura se desarrolló en diferentes países y con distintas técnicas.

Tradicionalmente en Japón la inserción de agujas es mínima, ni siquiera atraviesan la piel y para sorpresa del usuario, se practican varias técnicas sin introducción de agujas.

Acupuntura japonesa Donostia Susanne Pfeifer

A lo largo de los siglos, la acupuntura
en Japón atraviesa épocas de agonía y de auge.

Toma un rumbo particular muy interesante a partir del año 1500 cuando se introduce el uso de diferentes metales en los puntos de acupuntura, como agujas de oro y plata.

Acupuntura japonesa Donostia Susanne Pfeifer

En 1680 un acupuntor ciego desarrolla un tubo que permite el uso indoloro de la aguja. Él funda una escuela de acupuntura para invidentes.

Desde entonces, la acupuntura en Japón se convierte en una profesión en la que tradicionalmente trabaja un alto porcentaje de personas ciegas, lo que influye en el desarrollo de métodos terapéuticos sutiles y táctiles.

En el siglo XX médicos japoneses, como el Dr. Manaka o la Asociación Toyohari, enriquecen la acupuntura combinando las artes curativas antiguas con técnicas modernas, consiguiendo un estímulo indoloro, rápido y eficaz.

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ESTILO TOYOHARI

Se realiza sin insertar agujas y utilizando distintos tipos de metales con diferentes polaridades energéticas. Combinándolos con técnicas sutiles se estimulan los puntos.

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La técnica del Toyohari fue desarrollada por personas invidentes y está basada en las fuentes clásicas de acupuntura.

Toyohari es un método registrado como marca con una formación específica que realiza la Asociación Medicinal Toyohari / Tokio. Soy miembro académico de dicha asociación donde mantengo un contacto constante con el profesorado, tanto a nivel formativo como investigativo.

Las formaciones continuas se componen, sobre todo, de prácticas supervisadas para afinar las técnicas. Muchos de los profesores japoneses son invidentes y tienen una alta sensibilidad para darse cuenta de su entorno.

MANAKA

El médico acupuntor japonés Yoshio Manaka (1911-1989) tuvo una gran motivación investigadora.

Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó con pacientes que tenían quemaduras severas provocadas por las bombas. Se da cuenta que, combinando la manipulación de ciertos puntos de acupuntura con técnicas modernas, podía calmar mejor el intenso dolor que padecían los heridos.

Basándose en esa experiencia, desarrolla una técnica de acupuntura en la que aplica cables con diodos para ayudar al paciente.

Steven Birch, de quien he sido alumna, trabajó con el Dr. Manaka en su clínica de Japón. Escribió el libro “Chasing the Dragons Tail” (traducción española “En pos de la cola del dragón”) donde documenta las técnicas y protocolos del Dr. Manaka.

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